- "LA PISTA AMERICANA" ERA UNA DE LAS ATRACCIONES DEL PARQUE AL QUE LLEVÁBAMOS A LOS NIÑOS A JUGAR, LE HICE FOTO PORQUE YO Sí QUE HE TENIDO UNA "PISTA AMERICANA" ESTE VERANO, LO OTRO ES UNA PUESTA DE SOL QUE TODOS FOTOGRAFIAMOS PARA "TENER UN FONDO DE PANTALLA DE ORDENADOR CHULO" -
Aprovechando que un portátil se ha quedado "in the ghetto" en mis brazos y que el tiempo y el mes del año acompañan, retomo el tema bloguero hoy, para hacer una reflexión aburrida sobre varias cosas.
Y advierto ya de antemano que va a ser aburrida porque:
1 - estoy en el trabajo
2 - ando medio dormida
3 - tengo demasiadas cosas que contar y contarlas todas juntas puede ser un poco lioso, pero como soy liosa en mí misma y mi mismidad, pues allá voy....
Volví de Alicante la semana pasada. Aún nos quedaban días de vacaciones, pero como las hermanas del pimpollo volvieron a USA una el martes y la otra el miércoles, pues decidimos volver a Alcalá el miércoles también, tras la despedida en el aeropuerto de Alicante.
Y, aunque en un principio me fui de Madrid pensando que iba a pasar unas vacaciones sin decir ni pío (mi pánico a hablar en inglés con personas cuyo juicio sobre mí SI me importa) y que, probablemente, iba a sentirme más extraña y fuera de lugar que en mi vida, no podía haber resultado todo más al contrario.
Las hermanas y los cuñados del pimpollo son majísimos, me he reído mucho, he hablado hasta por los codos (en español, inglés y hasta chapurreando francés y alemán...), y la verdad, me he sentido como entre mi propia familia.
Se me venían a la cabeza los veranos de mi infancia, cuando nos juntábamos una tropa tremenda y nos metíamos en un apartamento inmundo y cutre, de lo más cutre e inmundo de La Manga del Mar Menor (ojo, que digo cutre e inmundo porque no teníamos ni un duro e íbamos a lo más barato y... ya se sabe...). En mis veranos infantiles no nos llevaban a parques acuáticos ni a ningún tipo de parque de ocio infantil, y mucho menos alquilábamos motos acuáticas y demás. De hecho con las sandalias "cangrejeras", el cubo y la pala para los castillos de arena, íbamos que nos matábamos.
Claro, desde los 70 hasta ahora la vida ha cambiado mucho.
Sin embargo, mientras dábamos botes sobre las olas en la moto acuática a toda leche por el mar (¡¡TIEMBLA ALVARO DE MARICHALAR!!!), pensaba que estaba en un lugar que a mí no me correspondía, que yo era de hacer castillos de arena en la orilla y de observar cómo los demás hacían todo lo que "molaba" (y con lo que yo soñaba) mientras yo tenía que conformarme con mi cubo rojo y mis sandalias cangrejeras...
Y no, ni de pequeña fui pobre de solemnidad ni ahora soy una nueva rica. Es simplemente que en 30 años la vida cambia mucho. Y los veranos también.
Otro de mis miedos era tener que relacionarme con niños.
Oh Dios, no me crucifiquéis antes de tiempo. Ni estoy en esa etapa que todo el mundo piensa que todas las mujeres sin hijos en la treintena tenemos (y yo no conozco a nadie que esté en esa etapa y conozco a mujeres sin hijos en la treintena para parar trenes mercancías) que consiste en obsesionarse con noséquérollos de relojes biológicos (¿serán de muesli con bífidus?) y demás gaitas. No, no me he planteado aún reproducirme. No porque odie a las criaturas, tampoco, no soy devota de San Herodes, pero simplemente ahora no es el momento y tampoco sé si a todo el mundo le llega su momento, creo que es una opción vital como otra y, ni es obligatorio tener hijos ni tampoco quién elige no tenerlos es un mostruo inmundo digno de exterminio.
Y a mí, la verdad, hasta ahora los niños ni frío ni calor. No sé expresarme con ellos, no me lanzo a hacer cucamonas en cuanto veo una criatura y me siento ridícula hablando con vocecillas extrañas mientras un pequeñuelo me mira como el que mira a un desequilibrado mental con un hacha en la mano.
Sin embargo, mis sobrinas postizas me han robado el corazón. Supongo que es más por la relación o vínculo que tengas con las criaturas en sí mismas que por el hecho de que sean criaturas. Y lamento (y mucho) no haber estado más suelta en lo que a trato con niños se refiere. Y veo las fotos de las tres niñas y se me cae la baba. Y encima eran buenas y estaban bien educadas. Ah, ¡y preciosas!. You honey...
Como de costumbre cuando me voy de vacaciones, me llevé un "saco" de libros para leer, y los leí y todo...
Acabé "jPod", de Douglas Coupland y, lo mismo es que con la edad estoy cada día más pureta y menos abierta a innovadores y a transgesores varios, pero me repateó un poco las tripas el libro. Vale, el planteamiento de la vacía vida de los que trabajamos en tecnologías y del mundo en sí mismo no está mal, pero de ahí a que tengamos madres lesbianas y asesinas y padres gilipollas que se ponen bisoñé... a lo mejor en Canadá sí, a saber... pero lo que quiero decir es que, aunque se trate de una ironía, no me ha enganchado y me ha tocado de hecho los cojones y todo (cosa rara que decir de un libro, jate tú que detalle), con tantas páginas de "código picado", de emails falsos y de lenguaje de informáticos medio grillados. En fin, que tanto este señor como Bret Easton Ellis para mí, han pasado a la historia.
He de decir, para dicha y regocijo de Su, que sin embargo Chuck Palahniuk (el autor de "El club de la lucha") del que he empezado ya "Diario: una novela", me ha enganchado en tres párrafos. ¡Por Dios! ¡Qué fuerza narrativa! (qué pedante soy a veces, coño, pero es que es la verdad, oigan).
También he acabado "Amor" de Toni Morrison. Y me ha encantado. Parece ser que le dieron el Nobel de literatura por razones justificadas y no sólo por ser afroamericana y estar en el año de lo politicamente correcto. Sí, sabe escribir, y sabe contar hechos terribles como si nada, como lo más natural del mundo. Y sin gota de azúcar. Sabe reivindicar sin culpar ni acusar, sólo exponiendo. Y es raro en estos tiempos que corren. Carecemos de argumentos, sólo tenemos quejas y acusaciones directas... en fin, que me pongo pedorro-pedante y se me va la olla...
... continuémos...
Ahora ando leyendo al que es mi "héroe", Frank McCourt, "Teacher man", lo estoy leyendo en inglés, y la verdad es que me está encantando. No leí "Las cenizas de Angela", pero sí me regalaron "Lo es", y me encantó. La historia para el que no lo sepa es de cómo un crío irlandés más pobre que las ratas emigra a Estados Unidos y llega a ser profesor de literatura. Visto así parece otra de esas historias de los años 50-60 acerca de un self-made-man y de cómo conseguir el sueño americano. Y puede que lo sea, de hecho lo es, pero este señor no llega a ser millonario (hombre, tras publicar los libros, vivirá bien, digo yo) sino que aprende a buscarse la vida, sin más. Y de hecho, podría haber emigrado a Argentina (por ejemplo) y se habría buscado la vida también.
Mi "suegro" (estadounidense, 61 años, ex militar y ex profesor) me dijo que los libros de este hombre habían triunfado tanto en USA porque, en realidad, su historia es la historia de casi toda la gente de su generación, hijos de inmigrantes europeos o ellos mismos inmigrantes y de una época en la que casi todo el mundo partía de menos que cero para buscarse la vida. No creo que el sueño americano sea ser profe de instituto en Queens... la verdad, pero el libro es un bombón, se lee bien en inglés y es muy tierno. Aconsejable del todo, vamos.
Al volver a Alcalá, he aprovechado los días antes de reincorprorarme al trabajo para pasear por el centro. Es la primera vez que vuelvo a MI casa. Desde que me mudé, no he tenido conciencia de tener ya un sitio en el que caerme muerta (bueno, o viva) como ahora al volver de las vacaciones. Oler el suavizante de mi ropa recién lavada cuando la lavo yo, la luz tenue de la hora de la siesta mientras hago el chorra en el sofá con el pimpollo, no me hagas cosquillas, bueno, vale, you got spiders!!!, no, no, no, mi cama, mi orden y mi desorden, mi silencio o mi música a toda leche mientras me ducho... mi terreno. Ahora sí. Ya sí.
Y he dedicado unos días a pasear por Alcalá, y he encontrado una librería que ya he "adoptado" como "mi libería", y una tienda de ropa rara "fashion-surfera" a la que destinaré presupuestos de regalos de mi madre o de mi tía, y rincones encantadores de los que pensaba mientras pasaba por ellos "aquí tengo que traer a Escyla" "esto le encantaría a Su fotografiarlo" "uy, este garito a Valero le gustará", es decir, que me he dejado "adoptar" por la ciudad también.
Aún así, y tras tres visitas fallidas al Ayuntamiento... aún no he podido enpadronarme. Bueno, vale, la ciudad me ha adoptado, pero el concejal de urbanismo no. Y...
... pero creo que estoy soltando un rollo macabeo de tres pares de narices y lo mismo... pero ¿ha llegado alguien hasta aquí?... En fin...
... Me ha gustado volver, no al trabajo pero sí a mi casa. Y me han gustado las vacaciones.
Por cierto, el portátil sigue "in the ghetto"...
4 comentarios:
Me alegra colver a leerte. Un beso
Pozi!!!
Unos que llegáis... y otros que nos iremos!!
Tomo buena nota de tus recomendaciones literarias.
Al portátil. dile aquello de "...and your Mamma cries...".
Jejejejejeje!!!
Un besete!
Que envidia, como me gustaría estar de vacaciones y poder leer todos los libros que he comparado últimamente.
Buscaré el nuevo libro del autor del Club de la Lucha.
Saludos desde la Fortaleza
Me alegro mucho de que te lo hayas pasado chupi, y de que te vaya gustando el señor Chuck. Que bonito tiene que ser eso de volver a la PROPIA casa, aish. Fotos superchulas, señorita!
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