VUELTA DE VACACIONES

- Sección: ME & MY SELF

- FOTILLOS VERANIEGO-PLAYERAS, UNA NOCTURNA Y OTRA DIURNA, HECHAS CON MI TELÉFONO MÓVIL ESTE VERANO -

Podrían haber sido exóticas, pero han sido de lo más domésticas, pobriñas mías. Hablo, claro está (bueno, no tan claro) de mis vacaciones de este verano, que ya han pasado, que han durado dos semanas y que volverán, en un pequeño recordatorio, durante 4 días a finales de agosto.
Eso sí, para lo humildes y cortas que han sido, han dado mucho de sí y ahan sido de muy buenas a cojonudas y ustedes me disculpan por el taco que sé que son personas refinadas y todo eso.
Me he reído como una loca, lo que soy, claro. He tenido todas esas cosas que dicen las estadísticas que NO OCURREN durante las vacaciones en pareja (las estadísticas dicen que las parejas discuten y se separan más durante las vacaciones, lo cual ha sido todo lo contrario en mi caso), he tenido besos, amor, chupetones, alergia al sol (esto no tiene nada que ver con mi pareja, pero es que mi piel es muy sensible, oigan), helados enormes de esos que uno piensa de pequeño que sólo existen en los carteles publicitarios, noches de risas y cachondeo como las que se tienen con los amigos más íntimos, momentos de ternura y complicidad, momentos de la más completa y profunda paz...
Y todo eso lo necesitaba, como respirar, como comer (vale, dirá alguna que conozco que de eso más bien poquito últimamente, pero esa es otra historia), como que el corazón me siga latiendo.
Y para que ya sea un verano redondo, encima he aprendido alguna cosa nueva y he descubierto alguna otra:
- que los masajes en los pies (profesionales, conste, no los de "sobeteo indiscriminado") son de las mejores cosas del mundo y recomiendo encarecidamente a todo el que lea esto que, como ejercicio de egoterapia, por puro placer o por dejar los pies más majetes para la vista y el tacto, os paséis por un centro en el que hagan la pedicura con masaje porque de verdad... merece la pena
- que de vez en cuando comerse un helado que se salga de la copa no es algo por lo que ir derecha a las Urgencias de un Hospital con empacho
- que sé contar chistes penosos que me invento sobre la marcha, tan penosos que hasta tienen su gracia

- que convivir con la familia política no tiene por qué ser traumático o negativo, sino que peude ser agradable y lúdico

- que llegado un punto en una relación (al menos en la mía) lo de casarse (sea por lo civil o por lo "militar") deja de ser algo necesario (aunque nunca lo haya sido para mí) y sé que somos una familia
- que lo mejor y lo peor de la vida de cualquiera están separados por una línea divisoria extremadamente fina y frágil

- que puedo y sé vivir agradando y agradándome

- que soy feliz con muy poco, pero ese poco depende muchas veces de mí y de que me lo niegue o me lo permita

Y ahora a trabajar de nuevo y a pasar calor... eso sí, lo bueno lo he disfrutado de lo lindo.