- FOTO HECHA CON MI MÓVIL DE LAS COSAS QUE DEJA LA GENTE EN EL TREN ABANDONADAS -
[COMO NI EL 20 MINUTOS -ESO POR DESCONTADO- NI EL LIBRO DE PAUL AUSTER QUE ESTOY LEYENDO AHORA ESTÁN SIENDO LO SUFICIENTEMENTE EFECTIVOS COMO PARA QU EMI MENTE DEJE DE DAR VUELTAS, AHORA EN MIS TRAYECTOS EN RENFE ME DA POR ESCRIBIR EN UN CUADERNO QUE LLEVO CONMIGO CASI SIEMPRE. LO QUE CVA A CONTINUACIÓN ES UNA REFLEXIÓN-CACAO-MENTAL (POR NO DECIR "PAJA", JOLINES, QUE SOMOS PERSONAS EDUCADAS, JEJEJE) ENTRE LAS ESTACIONES DE NUEVOS MINISTERIOS Y SANTA EUGENIA. PACIENCIA, LA VENA MÍSTICA E INTIMISTA SE ME PASARÁ EN BREVE... ESPERO]
Hace tiempo leí que podemos vivir sin dinero, sin salud, sin amor, sin la mayoría de las cosasmateriales que tenemos por necesarias, pero no podemos vivir sin ilusión o esperanza.
Muchas veces me ocurre que bvasta con un acontecimiento nimio pra que la ilusión se me vaya a tomar vienot fresco. Es como cuando somos adolescentes y la vida se rige por la ley del "todo o nada". A lo mejor sigo aún estancada en esa historia. Cuando algo se tuerce me rindo. Sin más. No sigo adelante ni trato de sacar algo positivo del tema, sino que me rindo. Siempre antes de tiempo sin haber dado una oportunidad (a mí misma, claro).
Eso no es justo. Me pierdo muchas cosas; pero la principal es demostrar[me]que no soy una perdedora sino que soy capaz de luchar por mí misma.
Cuando dejé a mi ex y, aunque lo llevaba planeando durante mucho tiempo, hubo un catalizador que aceleró el proceso, mejor dicho, dos.
Por un lado la señorita Soloide me habló con toda la claridad y dureza que en ese momento necesitaba [yo] y por otro lado, movida por la desesperanza y por la falta de alicientes en mi vida e aquella época, me enrollé con un tipejo compañero del que era entonces mi trabajo.
No es que mi ex fuese un pobre hombre cornudo y abandonado. Además, fue cornudo (si es que lo fue), por una tarde de viernes, ya que a la mañana de sábado siguiente fue cuando desaparecí por completo de su mundo y de su vida. Y se acabó.
El chico aquel era un tío extraño de tratar y a la segunda cita ví que aquello no tenía mucho sentido, ni poco, ninguno más bien. Así que no fue dejar a uno para empezar con otro, sino que fue simplemente una causalidad.
Pero todo lo que hice lo hice con ilusión, apostando fuerte, creyendo en lo que hacía y poniendo toda la carne en el asador. Para salir adelante, para lo que fuese que hiciese, tuve ilusión y la usé y la empleé en volver a tener una vida.
Creo que ante las cosas grandes no titubeo, no me doblo, no dudo. Actúo y salgo adelante.
Entonces, ¿por qué hoy por hoy no tengo esa fuerza?.
Tal vez pensaba que tras salir del infierno todo tendría que ser perfecto. Y, sin embargo, la vida no es más que un cúmulo de acontecimientos, buenos, malos, regulares, neutros... pero nunca un puzle con todas las piezas en su sitio, nuca esa especie de perfección y fin de todos los males que yo pensaba que tendría que ser la vida después de mi ex.
Vale, no fue un santo, fue el mayor hijo de puta (considerando que su madre también tuvo parte, la señora, qué maja ella, oye) que he conocido. Pero, justo por eso, yo no me merezco despues de todo aquello seguir buscando esa perfección imposible y despreciando o no valorando la vida que tengo ahora. Por muchos avatares que me encuentre. Porque sólo tengo esta. Y porque un día va y se acaba.
Hace tiempo leí que podemos vivir sin dinero, sin salud, sin amor, sin la mayoría de las cosasmateriales que tenemos por necesarias, pero no podemos vivir sin ilusión o esperanza.
Muchas veces me ocurre que bvasta con un acontecimiento nimio pra que la ilusión se me vaya a tomar vienot fresco. Es como cuando somos adolescentes y la vida se rige por la ley del "todo o nada". A lo mejor sigo aún estancada en esa historia. Cuando algo se tuerce me rindo. Sin más. No sigo adelante ni trato de sacar algo positivo del tema, sino que me rindo. Siempre antes de tiempo sin haber dado una oportunidad (a mí misma, claro).
Eso no es justo. Me pierdo muchas cosas; pero la principal es demostrar[me]que no soy una perdedora sino que soy capaz de luchar por mí misma.
Cuando dejé a mi ex y, aunque lo llevaba planeando durante mucho tiempo, hubo un catalizador que aceleró el proceso, mejor dicho, dos.
Por un lado la señorita Soloide me habló con toda la claridad y dureza que en ese momento necesitaba [yo] y por otro lado, movida por la desesperanza y por la falta de alicientes en mi vida e aquella época, me enrollé con un tipejo compañero del que era entonces mi trabajo.
No es que mi ex fuese un pobre hombre cornudo y abandonado. Además, fue cornudo (si es que lo fue), por una tarde de viernes, ya que a la mañana de sábado siguiente fue cuando desaparecí por completo de su mundo y de su vida. Y se acabó.
El chico aquel era un tío extraño de tratar y a la segunda cita ví que aquello no tenía mucho sentido, ni poco, ninguno más bien. Así que no fue dejar a uno para empezar con otro, sino que fue simplemente una causalidad.
Pero todo lo que hice lo hice con ilusión, apostando fuerte, creyendo en lo que hacía y poniendo toda la carne en el asador. Para salir adelante, para lo que fuese que hiciese, tuve ilusión y la usé y la empleé en volver a tener una vida.
Creo que ante las cosas grandes no titubeo, no me doblo, no dudo. Actúo y salgo adelante.
Entonces, ¿por qué hoy por hoy no tengo esa fuerza?.
Tal vez pensaba que tras salir del infierno todo tendría que ser perfecto. Y, sin embargo, la vida no es más que un cúmulo de acontecimientos, buenos, malos, regulares, neutros... pero nunca un puzle con todas las piezas en su sitio, nuca esa especie de perfección y fin de todos los males que yo pensaba que tendría que ser la vida después de mi ex.
Vale, no fue un santo, fue el mayor hijo de puta (considerando que su madre también tuvo parte, la señora, qué maja ella, oye) que he conocido. Pero, justo por eso, yo no me merezco despues de todo aquello seguir buscando esa perfección imposible y despreciando o no valorando la vida que tengo ahora. Por muchos avatares que me encuentre. Porque sólo tengo esta. Y porque un día va y se acaba.
9 comentarios:
El 20 minutos y Paul Auster ni son eficaces ni efectivamente efectivos, eso sí, eficientes sí: consiguen ser leídos. Basta con que haya un vasto público al que dirigirse. El matar moscas a cañonazos, pero al revés (y no digo matar cañonazos a moscas)
Sin amor no se puede vivir (y no por sonar cursi)
Ahora salir del letargo (provocado en porcentajes, desiguales seguro, por un escritor, unos 20 minutos, y la renfe): escribiendo. Está muy bien (Supongo)
A mí me ha gustado lo que has escrito. Sirva o no, de algo decirlo.
Lo mejor del transporte público, por más esatinados anuncios que acumulen, es el tiempo que te deja para leer o, como en este caso, para escribir.
Tiene sus cosas buenas vivenciar las cosas como un adolescente, se gana en intensidad, pero a veces el dramatismo puede arrasar. Eso sí, siendo capaz como eres de analizar las situaciones, no creo que corras el riesgo de dejarte arrastrar por la corriente.
(Por cierto, yo estoy leyendo El libro de las ilusiones y me tiene enganchadísimo y encantado, por lo que hasta me está quitando minutos de siesta...)
Un beso
Voy a pensar que me tienes engañada. Sí, porque llevo (¿cuántos?) un montón de meses leyéndote y jamás se me hubiera ocurrido pensar en ti como alguien que "no tiene fuerza". Si no tienes esa fuerza, entonces me gustaría saber qué es lo que te ha hecho superar tantas y tantas cosas. Lo que me parece es que a veces ni tú misma sabes todo lo que tienes ;) (y eso en parte puede tener la ventaja de que no caerás nunca en el conformismo, no te estancarás pensando que nada puede mejorarse, porque todo siempre puede mejorarse, aunque sea simplemente un cambio de actitud)
Yo creo en la ilusión como pilar de este mundo, más que el diner... digo, el amor, el amor :p
Y otra cosa, ¡casi me da un yuyu con tu comentario! Demasiadas dosis de realismo, jaja. Tienes razón y voy a echar de menos un montón de cosas (de facilidades, más bien...) pero ¿sabes? Me apetece complicarme la existencia y preocuparme por cosas graves para así dejar de preocuparme por las chorradas que me obsesionan en la actualidad. Muchas gracias por tu sinceridad, eso sí, jeje.
Un besote
Por cierto, con "cosas graves" me refiero a facturas, grietas en la pared o perderme por metromadrid, ¿eh? A ver si he parecido masoca... :)
A ver chavalita, todos nos quedamos sin fuerza en algún momento, no significa que ya no tengamos, solo que nos pilló faltos de proteinas....
Habrá muchos momentos así, pero para eso tan las/os amigos y la voz que muchas veces tenemos dentro de nosotras que nos dice vamos imbecil arriba, levanta bien la cabeza y empieza a caminar (yo la tengo y me llama imbecil)....
Lo del ex.... es un cornudo y que? se lo merecia (y eso que solo conozco la historia a trozos), pero un tío q trataba con la punta del pie a un peaso de tía como tu, se merecia ser cornudo!
Un Besito
Qué no tienes fuerza? "Amos anda"... de todo se sale.. de todo, solamente varia el modo de afrontar las cosas. Cada una requiere su tiempo su forma y su digestión. Tardarás más o menos en deglutir todo pero saldrás y con mucha fuerza además.
Valiente!
La vida que llevamos es la única que tenemos y por eso la tenemos que disfrutar al máximo.
Unas veces tenemos muchas fuerzas (o mucha hambre) y nos la comemos a bocados; otras veces no tenemos fuerzas más que para darle bocaditos. Pero también podemos saborearla poquito a poco o probar un poquito de aquí o de allá.
Lo importante es sentirse viva ¡y creo que tú sí lo estás!
Besos
Yo tampoco creo que seas de las que no tiene fuerza y se rinda pronto. Lo que sucede es que todo son ciclos, y a veces lo vemos todo un poco más gris, pero creo que eres de las que te recuperas pronto.
Espero que así sea.
Pasa por mi blog cuando puedas, vale?
Besos
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