lunes, junio 25, 2007

LA BODA DE MI MEJOR AMIGO (II)

- Sección: LOS AMIGOS DE PETER




- FOTILLO BUSCADA (Y ENCONTRADA) POR AHÍ PARA ILUSTRAR EL POST -

Se casó el sábado pasado. Y yo no fui. Al final a veces las decisiones más radicales son las más sinceras y si se explican de la manera adecuada (y a la persona adecuada) no son malentendidas.
Tras pensarlo mucho quedé con él y decidí decírselo directa, tranquila y sinceramente. Y él se lo tomó bien.
He rehusado ir a otras 2 bodas de amigos cercanos. Pero en los otros casos he rehusado ir porque la cercanía se había convertido en una distancia insalvable y veía absurdo gastar tiempo y dinero en ir a unas ceremonias en las que pintaba tanto como un mueble ropero, porque con el paso del tiempo los que fueron amigos muy cercanos no tiene por qué seguir siéndolo, y hay quien se conforma con lo que pudo haber sido y no fue, pero yo no soy de ese tipo de personas, así que si tengo que dejar una relación de amistad porque ya no hay nada que te una con la otra persona, la dejo. Y a dos personas en concreto las he dejado de cara a sus respectivas bodas. Que no era cuestión, pero que vamos, no creo que dejasen de casarse por mí
y, además qué mejor regalo que la sinceridad de alguien que decide que ya basta de engañar y engañarse, porquie yo pintaba en esas dos bodas tanto como su peluquera o su dentista, o sea, NADA... aunque a veces eso no sea ni bien recibido ni comprendido.
El se lo tomó bien, como ya he dicho, y, aunque en su boda yo "sí pintaba" algo, entiende los motivos que argumenté y me conoce y sabe de qué pie cojeo (y del que no, también).
Es un gusto y un lujo no tener que inventar estupideces para ser fiel a uno mismo y a los demás.
De eso él y yo sabemos un rato
.

Te quiero, chato, ojalá me equivoque y seas el tío más feliz del mundo.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hay un refrán (yo soy muy refranera) que suscribo al 100% y que viene de perlas aquí: "Más vale una colorada que ciento amarilla". Pero a la mayoría de la gente le falta el valor para dar la colorada y se pasan la vida dando amarillas y lamentándose por ello.

Anónimo dijo...

Has sido coherente, tanto contigo misma como con él. Haber asistido hubiese sido un acto de falsedad e hipocresía por tu parte (encima tendrías que fingir que te alegrabas, porque eso del y si alguien tiene algún impedimiento para que se produzca este enlace, que hable ahora o calle para siempre... ya no se estila.

Ahora dejemos que el tiempo aclare si se ha o no equivocado.

¡Un beso!

Terefer dijo...

Yo nunca voy a bodas por compromiso.. paso! no hay cosa más aburrida y cutre que una boda y además tener que contar y dar explicaciones de tú vida... uy ni hablar!
Saludosssss

Griet dijo...

Me parece estupenda tu posición,pero...me gustaría saber qué es lo que impide que vayas??