- POST SIN FOTOS -
desmotivación.
1. f. Falta o pérdida de motivación.
motivación.
1. f. Acción y efecto de motivar.
2. f. motivo (? causa).
3. f. Ensayo mental preparatorio de una acción para animar o animarse a ejecutarla con interés y diligencia.
De estas definiciones deduzco que, por ejemplo, Beckham, juega al fútbol sin interés ni diligencia (está desmotivado, según dicen, ¿no?), y que yo ando cayendo empicado a un estado de pérdida de esa diligencia e interés en ejecutar ciertas acciones, por no decir casi todas las que tiene que ver con mi vida cotidiana (trabajo, tareas del hogar, relaciones sociales, etc). Por lo que estoy sacando en claro, estar desmotivado es muy malo, y aburrido.
Así que me he decidido a buscar razones para esta desgana y desmotivación. por supuesto para luchar contra ellas y enciontrar solución.
Hablando ayer por teléfono con mi querido amigo hincado en las verduras, deduje que los problemas de convivencia y diferencias de opinión o criterio con tu santo o tu santa (que diría Elvira Lindo... lo de santo/a, digo) son lo más común del mundo. Que los "primerizos" nos creemos que todo es "sí, cariño", "no, cariño", pero como ya dije otra vez, y como bien apuntó mi amiga Maca, la cosa suele estar a veces en un "vete a tomar por saco, pero abrígate que hace frío y dame un beso antes de irte". Lo innegable es que las relaciones pierden fuelle, pero también en mi caso es innegable la dedicación y el buen talante del pimpollo hacia mi persona son palpables y de buen corazón (apunte rápido----> el término talante sin ningún calificativo adicional, carece de significado para describir una actitud hacia algo o alguien, se debe, por tanto, definir ese talante como bueno o malo, por lo menos, para que la frase tenga sentido, al menos en lo que a la gramática y la semántica se refieren, en política ya no me meto). El pimpollo, como todo hijo de vecino, tiene sus cosas malas y sus cosas buenas, pero no me está haciendo luz de gas y, el chico, la verdad, me ayuda en todo lo que puede y lo hace con su mejor intención. Y sí, las intenciones son perfectas, pero como las personas no lo somos, pues a veces sale todo al revés, pero eso forma parte de la vida... digo yo, vamos. Así que la desmotivación por apatía sentimental ha desaparecido como causa de esta especie de aletargameinto que me invade.
Dirigí entonces mi atención hacia el ámbito laboral. Bueno, no tengo el mejor trabajo del mundo ni el peor, no me llevo bien con mis compañeros como para irme de copas con ellos, pero tenemos un trato cordial y nos reímos bastante (que te pidan - juro por mi madre que esto además de cierto es verídico - un cable para el WiFi no deja de tener su aquel, o que a estas alturas, gente que maneja diariamente ordenadores a los cd's les siga llamando disquettes... pues, bueno, eso). He de reconocer que estar en soporte técnico puede quemar un poco. Las personas somos, salvo honrosas excepciones, maleducadas por naturaleza, y si esas personas tienen un nivel social y económico entre muy alto y "alto-que-te-cuen", suelen ser más desconsiderados con los que les prestan ciertos servicios. Pero como una ya tiene tablas y años de llegar al trabajo con el "traje de plástico" (para que toooooodo te resbale) la cosa acaba en la pura anécdota. Hay días que tal vez esa anécdota acaba creando cierto estrés y que los mandaría a todos a plantar al campo y, de paso, que no volvieran, pero al final, no está tan mal. Tras este análisis he sacado en conclusión que sí, a veces el trabajo me afecta más de lo que debería permitir, pero es precisamente por eso: porque lo permito. Y, si en lugar de liarme a darle vueltas a las cosas me acordara e, incluso, aunque fuese "in mentis",me cagase en sus putas madres maldijese con malas palabras a sus madres, probablemente me relajaría el coxis y llegaría a casa tranquila y sonriente. Asunto laboral zanjado también.
Si prestamos ahora atención a lo que llamamos amigos, amistades, familia, conocimientos y vida social en general, bueno, puedo decir que no seré nunca la más popular de mi calle, pero no me va mal. Mi familia me visita y hasta me llaman por teléfono y no tengo ninguna rencilla familiar ni nos insultamos ni nada (es que hay gente que se relaciona con sus familias de aquella manera), mis padres quieren mucho al pimpollo, los padres del pimpollo me tratan muy bien también, los amigos están ahí siempre y cuando me quito un poco la mantita de "abuelita Paz" y decido que es hora e salir a la calle a sacudirme las pelusas, suelo pasarlo muy bien y siempre, siempre, pese a que piense diversas estupideces como "no tengo conversación", "no tengo ropa decente que ponerme" "soy aburrida", paso veladas dignas de antologías de las conversaciones besugueras. O si no, que me digan a mí que no tiene su cosa que el hincado en las verduras me dijese, cuando vino a Madrid, que esperaba que los reyes Godos fueran como los del anuncio de "Buckler sin" (sí claro, y que una de las estatuas de la Plaza de Oriente te sacase el aparatito para el "soplum", si es que...), o que Escyla y yo tengamos en nuestra memoria común intercambios de chupachups a altas horas de la noche... o mismamente una revisión a la serie "V" (sí, la de los lagartos) el viernes pasado en un "Starbucks"... telita marinera. Así que no puedo decir que no tenga amigos ni gente con la que estar a gusto, hombre, sí puedo decir que desde que vivo donde Cristo perdió el mechero, me da más pereza salir, pero no, esto no es causa de mi aletargamiento. Mis seres humanos amados lo son y lo siguen siendo... y no me causan desánimo, ni desgana, sino buenos momentos y muchos ánimos.
Entonces sólo me quedaba una causa posible: YO.
Fisicamente, he de reconocer que tener un dolor "cojonero" (perdón, peasho, no lo decía por tí) en el lumbago que empieza a condicionar tu vida, no mola ni un poquito. Pero tal vez sea más el miedo a lo que pueda pasar. Porque ya pasé por una experiencia de inmovilidad tras un accidente, porque casi me quedo coja para toda la vida, porque bla, bla, bla... si tengo una hernia me opero y punto. A mi padre le quitaron tres (es que a él no "le daban dos", sino tres, que mi padre es de Murcia y allí exageran más que en Andalucía) y a sus setentaytantos está hecho un chaval. Así que poniéndonos en lo peor, si tengo una hernia me la quito, y ya está, no hay que darle más vueltas. Pero tendemos a recrearnos en el sufrimiento, a recordar con más insistencia el mal día que pasé ayer, ay, mami, que se me saltaban las lágrimas de dolor, que ni sentada ni de pie, pero no, el viernes de risas y de lagartos como si no hubiera ocurrido, el regalo del martes del pimpollo nunca llegó a mis manos... cuando queremos ver las cosas mal, lo bueno que nos ocurre desaparece, lo hacemos desaparecer y no es justo.
Puede que el dolor físico sea insoportable, para mí lo es, pero mientras existan analgéiscos, fisioterapeutas y mientras la vida siga adelante, me parece que soy una hija de la gran puta (y mi señora madre me perdone) si no miro con los ojos bien abiertos a todo y todos los que me rodean y afirmo que NO TENGO MOTIVOS PARA ESTA DESMOTIVACIÓN.
Y, como podéis ver, voy sola hasta a las terapias de grupo y me echo yo misma las charlas pertinentes con cierta impertinecia. Eso sí, los mails de Escyla, las charlas con el pimpollo, las llamadas del hincado y las citas de mujeres que ven series de lagartos, parece que no, pero son fundamentales.
Hala, a motivarse se ha dicho.
Gracias bicharrakos, por lo que os toca... aunque lo que os toque sea yo y os toque las narices de vez en cuando.
1. f. Falta o pérdida de motivación.
motivación.
1. f. Acción y efecto de motivar.
2. f. motivo (? causa).
3. f. Ensayo mental preparatorio de una acción para animar o animarse a ejecutarla con interés y diligencia.
De estas definiciones deduzco que, por ejemplo, Beckham, juega al fútbol sin interés ni diligencia (está desmotivado, según dicen, ¿no?), y que yo ando cayendo empicado a un estado de pérdida de esa diligencia e interés en ejecutar ciertas acciones, por no decir casi todas las que tiene que ver con mi vida cotidiana (trabajo, tareas del hogar, relaciones sociales, etc). Por lo que estoy sacando en claro, estar desmotivado es muy malo, y aburrido.
Así que me he decidido a buscar razones para esta desgana y desmotivación. por supuesto para luchar contra ellas y enciontrar solución.
Hablando ayer por teléfono con mi querido amigo hincado en las verduras, deduje que los problemas de convivencia y diferencias de opinión o criterio con tu santo o tu santa (que diría Elvira Lindo... lo de santo/a, digo) son lo más común del mundo. Que los "primerizos" nos creemos que todo es "sí, cariño", "no, cariño", pero como ya dije otra vez, y como bien apuntó mi amiga Maca, la cosa suele estar a veces en un "vete a tomar por saco, pero abrígate que hace frío y dame un beso antes de irte". Lo innegable es que las relaciones pierden fuelle, pero también en mi caso es innegable la dedicación y el buen talante del pimpollo hacia mi persona son palpables y de buen corazón (apunte rápido----> el término talante sin ningún calificativo adicional, carece de significado para describir una actitud hacia algo o alguien, se debe, por tanto, definir ese talante como bueno o malo, por lo menos, para que la frase tenga sentido, al menos en lo que a la gramática y la semántica se refieren, en política ya no me meto). El pimpollo, como todo hijo de vecino, tiene sus cosas malas y sus cosas buenas, pero no me está haciendo luz de gas y, el chico, la verdad, me ayuda en todo lo que puede y lo hace con su mejor intención. Y sí, las intenciones son perfectas, pero como las personas no lo somos, pues a veces sale todo al revés, pero eso forma parte de la vida... digo yo, vamos. Así que la desmotivación por apatía sentimental ha desaparecido como causa de esta especie de aletargameinto que me invade.
Dirigí entonces mi atención hacia el ámbito laboral. Bueno, no tengo el mejor trabajo del mundo ni el peor, no me llevo bien con mis compañeros como para irme de copas con ellos, pero tenemos un trato cordial y nos reímos bastante (que te pidan - juro por mi madre que esto además de cierto es verídico - un cable para el WiFi no deja de tener su aquel, o que a estas alturas, gente que maneja diariamente ordenadores a los cd's les siga llamando disquettes... pues, bueno, eso). He de reconocer que estar en soporte técnico puede quemar un poco. Las personas somos, salvo honrosas excepciones, maleducadas por naturaleza, y si esas personas tienen un nivel social y económico entre muy alto y "alto-que-te-cuen", suelen ser más desconsiderados con los que les prestan ciertos servicios. Pero como una ya tiene tablas y años de llegar al trabajo con el "traje de plástico" (para que toooooodo te resbale) la cosa acaba en la pura anécdota. Hay días que tal vez esa anécdota acaba creando cierto estrés y que los mandaría a todos a plantar al campo y, de paso, que no volvieran, pero al final, no está tan mal. Tras este análisis he sacado en conclusión que sí, a veces el trabajo me afecta más de lo que debería permitir, pero es precisamente por eso: porque lo permito. Y, si en lugar de liarme a darle vueltas a las cosas me acordara e, incluso, aunque fuese "in mentis",
Si prestamos ahora atención a lo que llamamos amigos, amistades, familia, conocimientos y vida social en general, bueno, puedo decir que no seré nunca la más popular de mi calle, pero no me va mal. Mi familia me visita y hasta me llaman por teléfono y no tengo ninguna rencilla familiar ni nos insultamos ni nada (es que hay gente que se relaciona con sus familias de aquella manera), mis padres quieren mucho al pimpollo, los padres del pimpollo me tratan muy bien también, los amigos están ahí siempre y cuando me quito un poco la mantita de "abuelita Paz" y decido que es hora e salir a la calle a sacudirme las pelusas, suelo pasarlo muy bien y siempre, siempre, pese a que piense diversas estupideces como "no tengo conversación", "no tengo ropa decente que ponerme" "soy aburrida", paso veladas dignas de antologías de las conversaciones besugueras. O si no, que me digan a mí que no tiene su cosa que el hincado en las verduras me dijese, cuando vino a Madrid, que esperaba que los reyes Godos fueran como los del anuncio de "Buckler sin" (sí claro, y que una de las estatuas de la Plaza de Oriente te sacase el aparatito para el "soplum", si es que...), o que Escyla y yo tengamos en nuestra memoria común intercambios de chupachups a altas horas de la noche... o mismamente una revisión a la serie "V" (sí, la de los lagartos) el viernes pasado en un "Starbucks"... telita marinera. Así que no puedo decir que no tenga amigos ni gente con la que estar a gusto, hombre, sí puedo decir que desde que vivo donde Cristo perdió el mechero, me da más pereza salir, pero no, esto no es causa de mi aletargamiento. Mis seres humanos amados lo son y lo siguen siendo... y no me causan desánimo, ni desgana, sino buenos momentos y muchos ánimos.
Entonces sólo me quedaba una causa posible: YO.
Fisicamente, he de reconocer que tener un dolor "cojonero" (perdón, peasho, no lo decía por tí) en el lumbago que empieza a condicionar tu vida, no mola ni un poquito. Pero tal vez sea más el miedo a lo que pueda pasar. Porque ya pasé por una experiencia de inmovilidad tras un accidente, porque casi me quedo coja para toda la vida, porque bla, bla, bla... si tengo una hernia me opero y punto. A mi padre le quitaron tres (es que a él no "le daban dos", sino tres, que mi padre es de Murcia y allí exageran más que en Andalucía) y a sus setentaytantos está hecho un chaval. Así que poniéndonos en lo peor, si tengo una hernia me la quito, y ya está, no hay que darle más vueltas. Pero tendemos a recrearnos en el sufrimiento, a recordar con más insistencia el mal día que pasé ayer, ay, mami, que se me saltaban las lágrimas de dolor, que ni sentada ni de pie, pero no, el viernes de risas y de lagartos como si no hubiera ocurrido, el regalo del martes del pimpollo nunca llegó a mis manos... cuando queremos ver las cosas mal, lo bueno que nos ocurre desaparece, lo hacemos desaparecer y no es justo.
Puede que el dolor físico sea insoportable, para mí lo es, pero mientras existan analgéiscos, fisioterapeutas y mientras la vida siga adelante, me parece que soy una hija de la gran puta (y mi señora madre me perdone) si no miro con los ojos bien abiertos a todo y todos los que me rodean y afirmo que NO TENGO MOTIVOS PARA ESTA DESMOTIVACIÓN.
Y, como podéis ver, voy sola hasta a las terapias de grupo y me echo yo misma las charlas pertinentes con cierta impertinecia. Eso sí, los mails de Escyla, las charlas con el pimpollo, las llamadas del hincado y las citas de mujeres que ven series de lagartos, parece que no, pero son fundamentales.
Hala, a motivarse se ha dicho.
Gracias bicharrakos, por lo que os toca... aunque lo que os toque sea yo y os toque las narices de vez en cuando.
7 comentarios:
"citas de mujeres que ven series de lagartos" --> Me meo xD
no tienes que agradecer nada... al revés, yo tengo que agradecertelo a ti... por estar siempre conmigo. Muchos besossss y muchos más animosss
Escyla
pues deberias decirme donde se compran esos trajes para que todo te resbale...
Bueno, guapa, que seguro que solo es una etapa y que todo pasara.
Besitos
Yo pienso que aunque a veces no tengamos motivos "reales", o que otros considerarían auténticas chorradas, tenemos el derecho a sentirnos así de vez en cuando, ¿no? Al fin y al cabo, lo veo como una forma de seguir esforzándose y de no resignarse y conformarse. Si estás desmotivada, después de las causas hay que buscar las soluciones, y en el fondo la vida consiste en eso, ir superando estados de ánimo...
Lo bueno de estas sensaciones, es que tal y como vienen, se van...
¡Un beso!
Es impresionante esa forma de autoanalizarte. Está muy bien porque a la hora de tomar decisiones o hacer cualquier cosa lo principal es conocerse uno mismo.
Lo de la (des)motivación es algo frecuente, y ver las cosas por momentos negras no es nada malo ni nada por lo que debas castigarte, al contrario. Es ley de vida.
Seguro que te vas animando.
Besos
Supongo que el mes de octubre es una fecha para andar un poco desmotivada, aún teniendo familia y amigos cerca con los cuales poder contar, yo por mi parte trato de buscar motivaciones parches que me ayuden a pasar el aburrimiento
Besos
byebye
Japutaqueressssssss!!!!
(que tu sra madre me perdone también a mí)
Pero el caso es que los unos por loa otros y la casa sin barrer...
Total, que cuando no es por ti, es por mí... pero yo todavía no he tenido la ocasión de, como decía un muy buen amigo mío, "arreglar el mundo" en un teté-a-teté (o como poias se diga) contigo...
Protesto enérgicamente!!!!!!
He dicho!
(Un día se me hincharán las calandracas y te acosaré vilmente hasta conseguir acaparar tu tiempo con un mínimo de exclusividad... así se te reconcoman las entreternillas en el intento)
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