jueves, noviembre 23, 2006

GRACE EN PARÍS

- Sección: WORKIG GIRL / ME & MYSELF




- FOTOS DE RESTAURANTES: UNO FRANCÉS (MOSTRANDO LA PUERTA) Y OTRO GRIEGO (MOSTRANDO EL TECHO LLENO DE CORAZONES) EN EL BARRIO LATINO DE PARÍS -


La verdad es que yo no quería ir. Me daba pánico volar, me repateaba tragarme un curso de algo que no me interesaba a priori en un lugar lleno de informatiquinquis internacionales de los que juegan a ser el más listo de su calle, sobre todo ante el resto de la Humanidad.
Pero mi jefa decidió que tenía que ir, y allí que me fui.
El pimpollo me ayudó a organizar todo lo necesario para el vuelo, y la verdad, es que excepto meterse en el avión en mi lugar, me lo hizo todo muy fácil (la T4 no es tan desesperante y, si vas con tiempo y si no hay retrasos o historias, todo va bien,... y es bonita).
Y cuando me quise dar cuenta estaba en la ciudad de la luz (eso sí, llegué de noche) pasando en taxi por donde se mató Lady Di y viendo la torre Eiffel iluminada y hermosa.
El curso fue mejor de lo que esperaba; estar con mi compañero (me mandaron allí con un chico de Barcelona) menos traumático de lo que esperaba e incluso agradable (es majete la criatura), y conocer a los de IT de las oficinas de Europa del este, impresionante. Mientras que los italianos iban con la patilla marcada, la cara pulida de after shave y unos maletones enormes (y eso que eran 3 días la estancia) el chico ruso llevaba una mochila de las del cole de toda la vida (me imaginaba a una madre rusa metiéndole la "muda" de calzoncillos, un jersey y unos calcetines de rombos) y los españoles pues... no, no fuimos los más sociables ni los más dicharacheros, ni siquiera los más fiesteros, ya que el polaco se llevó al palma y apareció el segundo día con la misma ropa que llevaba el primero, pero arrugado y oliendo a humazo que era un gusto, o sea, que ni había pasado por el hotel. Dónde estuvo es un misterio, pero se le veía contento y feliz al muchacho.
La ciudad, preciosa. La gente, bueeeeeeeeeeeeno, lo más inquietante es que cuando volvíamos hubo un aviso de bomba en nuestra terminal y como por megafonía sólo hablaban en francés (no vaya a ser que el resto de la Humanidad se entere de algo de lo que dicen) no nos enteramos de nada hasta que un trabajador del aeropuerto nos lo explicó por señas (y un gesto de algo fgrande con un "boom" no es nada tranquilizador, joer)... en fin, esos detalles cuando no estás en tu país, te aterroriza volar y no sabes francés, digamos que son importantes, por no decir fundamentales, para conservar la cordura y no perder el vuelo, la calma y hasta los nervios...
La noche que salimos de fiesta acabamos en el barrio latino, en un restaruante griego con corazones y platos rotos por todas partes. Luego fuimos de copeo a un antrejo curioso. Y la verdad, tal vez en Madrid o en Barcelona haya sitios más glamourosos y menos caros, y todo eso está muy bien, pero han sido tres días en los que he roto con mi rutina diaria, y parece que ha sido un balón de oxígeno para mi persona, mi autoestima y mi paciencia... que buena falta me hacía, oiga.
Y ahora de vuelta en Madrid, que ya echaba de menos al pimpollo, y echaba de menos mi casa, dormir calentita (en el hotel hacía mucho frío) y comer comidas decentes (manda cojones que en París haya comido peor que en toda mi vida).
Por lo demás, he roto platos, me he quitado mucha timidez del cuerpo, he conocido a un ruso de esos que son superdotados, he roto una cama en el hotel, me he dormido en una bañera, me he sentido como Audrey Herpburn en "Desayuno con diamantes" cada vez que pasaba por los escaparates de Cartier (bueno, era Cartier y no Tiffani's, y yo no iba vestida como Audrey ni de lejos, pero la soledad de la mañana, y las esmeraldas y diamantes de los escaparates tenían su aquel), he "pitado" en los arcos de seguridad del aeropuerto, me han chillado en francés, he chillado en inglés y en español, me he topado con una manifestación de bomberos, y he llorado como una lechona al despegar y ver las luces de París, he comido comida asquerosa y fría y magadalenas esponjosas y riquísimas, he hecho fotos extrañas de mis pies en la moqueta y de los gambones del restaurante griego.
Me lo he pasado bien.
Y... me han pedido matrimonio por teléfono.
Supongo que 1000 kilómetros de distancia pueden influir para que uno se arriegue a tomar decisiones trascendentes en su vida... yo aún no he decidido nada, o tal vez sí.
De momento, trato de reponerme de la vuelta a Madrid y del cansancio acumulado y trato de disfrutar de lo que tengo aquí y que he echado tanto de menos.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Sí, sí, muy bonito el viaje a París, pero con ese final, no pidas que pensemos en otra cosa que... ¿¿¿qué le vas a decir??? Ays. Qué bonito. Bueno, tampoco te sientas presionada. Aunque no creo que te sientas así. En fin, ¡no me líes! Aunque la verdad es que yo siempre he pensado que estas cosas no tienen que pensarse, o quieres o no, y eso lo sabes cinco segundos después de oír la pregunta. ¿o no? Yo qué séééé, nunca me lo han preguntado en serio, pero casi que mejor ;-)

Un besitoooo

Carolina dijo...

Llegué hasta aquí por Xarazar y para no incurrir en las cosas que ya he visto no te gustna tanto , pues sólo digo que me ha gustado leerte y que ahora harás parte de los frecuentes para mi ...

Un saludo :O)

Anónimo dijo...

He viajado a sitios rarísimos, y sin embargo no he estado en París. Y de momento, hasta que los franceses no cambien radicalmente, no tengo intención de hacerlo. Es un país que está de más para mí. No les puedo ni ver. Habiendo todavía tantas cosas interesantes que ver en el mundo, ni me lo planteo. Cuando sea el único país del mundo que me quede por conocer, ya hablaremos.

En cuanto a lo otro, al final sorprendente de tu post, yo creo que lo que me hubiera pensado muchísimo es irme a vivir con alguien. Una vez tomada esa decisión, creo que lo demás ya no hubiera tenido tanta importancia.

Besos.

Anónimo dijo...

jooooo, que bonito.
Lo del viaje muy bien pero lo otro genial... decidas lo que decidas.

Un beso y sea lo que sea, animo.

Anónimo dijo...

Psé...

La vida es dura, pero tu tabaco no tiene porqué serlo...

Te crees que vas a triunfar como la Coca-Cola y acabas en un estado semi-depresivo y con un desencanto generalizado que lo flipas...

AiR dijo...

volver de parís planteándote la respuesta a esa pregunta....
bonito, sin duda :)

suerte con lo que decidas ;)
mua

Anónimo dijo...

Pues me alegro de que todo haya salido tan bien, los cambios siempre favorecen.

Y lo mejor de todo que haya alguien que nos eche de menos hasta ese punto.

Xuan dijo...

Que envidiaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!

Yo quiero ir a Paris, perderme en el Barrio Latino, etc.

Saludos desde la Fortaleza

Anónimo dijo...

Un día iremos juntas a las francias a probar miles de cafés y coctelerías de esas chupis.

Me he quedado fliping con lo de tu pedida!

Unknown dijo...

"....he conocido a un ruso de esos que son superdotados, he roto una cama en el hotel,..."

Llámame tonto, hombre, cortito o simple (no te equivocarías en nada, vamos) pero ha sido leer eso y se me han abierto los ojos como platos, diciendo, "pero esta chica que ha ido a hacer allí...???"...

Total, que en milésimas de segundo he vuelto a retomar la linea argumental del post como si nada....

No he estado en París, y quizás algún día toque.. mientras, siempre me quedará París.... mje, mje, mje.

Unknown dijo...
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Juliiiii dijo...

Tienes un lector imbécil, Grace. Y no estoy señalando a nadie, sino a mí mismo. Que leo lo de la petición de matrimonio a 1000 kms y pienso que ha sido por msn o alguien que has conocido en París, jajajaja.

Lo importante es romper con la rutina, así que me alegro de que te haya gustado tanto Paris.

Un beso

Laura Abella dijo...

Hola!
Es la primera vez que entro en tu blog. Me h gustado, voy a seguir visitándote.

París es una ciudad estupenda. Yo también fuí por trabajo, hace ya un tiempito. Eso hizo que prácticamente la viera de noche. La Torre Eifel de noche, el Louvre de noche y por fuera...todo así.

Bueno, ¿y te casas pues?