- CARTEL DE LA PELÍCULA DE ALFONSO CUARÓN, VISTA ESTE FIN DE SEMANA -
¿Qué pasaría si nos quedásemos estériles, si la contaminación, el terrorismo, la inmigración ilegal más que masiva, la desesperanza y el nihilismo o la violencia descarnada como respuestas posibles fuesen nuestro día a día? ¿En qué tipo de seres humanos nos convertiríamos sabiendo que no tenemos futuro ni esperanza ni salida y que la vida presente, ya precaria en sí misma, es lo único de vida que nos espera, que nadie continuará cuando nos vayamos, ni nos recordará, ni heredará nuestros gestos, ni siquiera nuestros recursos o nuestras deudas? ¿Ayudaríamos al de al lado sabiendo que todos vamos a morir y que nadie sobrevivirá ni a lo malo ni a lo bueno o, por lo contrario, trataríamos de sobrevivir en el más absoluto nihilismo?. Todo esto nos plantea el cienasta mejicano Alfonso Cuarón en la película (vista con el señor pimpollo de acompañante) "Hijos de los hombres", basada en la novela del mismo título de la señora P.D. James, con algunas diferencias de fechas y de edades con respecto a la novela pero básicamente, y por lo que he leído por ahí, con el mismo enfoque.
Por qué merece la pena verla: primero, porque por apocalíptico que parezca el tema, no es lejano, ni ajeno, ni siquiera remoto. Todos tenemos amigas que han abortado siendo chicas sanas, jóvenes, cuidadas, occidentales, y,... ¿mo parece que siendo las mujeres con más esperanza de vida somos también las menos procreadoras? no sólo porque controlemos la natalidad (la de cada una, claro), sino porque muchas que quieren, no pueden o les resulta muy difícil, y a medida que avanza el tiempo... más. Todos (sí, todos), empezamos a no mirar con tan buenos ojos la inmigración, y empezamos a reclamar nuestro sitio, tanto los inmigrantes que, lo queramos o no, trabajan, pagan impuestos, viven y sienten en la casa de al lado, como los nativos, que nos creemos mejores y con miedo a ser desplazados o incluso invadidos por esos "otros" desconocidos y ya no tan bien recibidos. El terrorismo es también uno de los miedos y de las bestias pardas de nuesta civilización y no parece que el mundo esté "des-radicalizando" sino todo lo contrario, cada día que pasa, los nacionalismos, integrismos, fascismos, radicalismos, ganan terreno al sentido común y a la libertad.
Y con un panorama tan crudo, pero elevado al cuadrado, arranca el argumento de la película, con el agravante de la muerte en una pelea del ser humano más joven en el planeta (en el libro tiene 21 años, en la película, 18). Infértiles, desesperados, violentos, egoístas y sin futuro. En un Londres contaminado, gris, a punto de estallar, en el que los autobuses-jaulas de inmigrantes ilegales pasan por las calles junto a los rótulos digitales en pantallas de plasma que anuncian todo tipo de drogas para poder evadirse de lo que tienes a 2 centímetros de tu nariz, en mitad de este caos, una mujer, inmigrante, negra y refugiada en un grupo de "guerrilleros-terroristas-resistencia-urbana" pro derechos humamos (pero que matan de tiro en la frente sin pestañear), está embarazada de 8 meses y no sabe a dónde ir para alumbrar a su criatura.
Clive Owen será el encargado de protegerla y ayudarla, Julian Moore (deslucida en su papel, todo hay que decirlo) quién meta a Clive Owen en todo el jaleo, y Michael Caine quien brille de verdad en la interpretación de abuelo zumbado y entrañable con un poco de esperanza escondida en su cinismo (aunque se la regale a otros).
Por qué merece la pena verla: primero, porque por apocalíptico que parezca el tema, no es lejano, ni ajeno, ni siquiera remoto. Todos tenemos amigas que han abortado siendo chicas sanas, jóvenes, cuidadas, occidentales, y,... ¿mo parece que siendo las mujeres con más esperanza de vida somos también las menos procreadoras? no sólo porque controlemos la natalidad (la de cada una, claro), sino porque muchas que quieren, no pueden o les resulta muy difícil, y a medida que avanza el tiempo... más. Todos (sí, todos), empezamos a no mirar con tan buenos ojos la inmigración, y empezamos a reclamar nuestro sitio, tanto los inmigrantes que, lo queramos o no, trabajan, pagan impuestos, viven y sienten en la casa de al lado, como los nativos, que nos creemos mejores y con miedo a ser desplazados o incluso invadidos por esos "otros" desconocidos y ya no tan bien recibidos. El terrorismo es también uno de los miedos y de las bestias pardas de nuesta civilización y no parece que el mundo esté "des-radicalizando" sino todo lo contrario, cada día que pasa, los nacionalismos, integrismos, fascismos, radicalismos, ganan terreno al sentido común y a la libertad.
Y con un panorama tan crudo, pero elevado al cuadrado, arranca el argumento de la película, con el agravante de la muerte en una pelea del ser humano más joven en el planeta (en el libro tiene 21 años, en la película, 18). Infértiles, desesperados, violentos, egoístas y sin futuro. En un Londres contaminado, gris, a punto de estallar, en el que los autobuses-jaulas de inmigrantes ilegales pasan por las calles junto a los rótulos digitales en pantallas de plasma que anuncian todo tipo de drogas para poder evadirse de lo que tienes a 2 centímetros de tu nariz, en mitad de este caos, una mujer, inmigrante, negra y refugiada en un grupo de "guerrilleros-terroristas-resistencia-urbana" pro derechos humamos (pero que matan de tiro en la frente sin pestañear), está embarazada de 8 meses y no sabe a dónde ir para alumbrar a su criatura.
Clive Owen será el encargado de protegerla y ayudarla, Julian Moore (deslucida en su papel, todo hay que decirlo) quién meta a Clive Owen en todo el jaleo, y Michael Caine quien brille de verdad en la interpretación de abuelo zumbado y entrañable con un poco de esperanza escondida en su cinismo (aunque se la regale a otros).
Las críticas varias que he leido pornen a Clive Owen como actor poco adecuado para este papel, pero a mí me parece que sus ojos muestran con bastante acierto la desesperanza y el desconcierto y la pena por todo, por él mismo, por el mundo, y hasta por el bebé que está a punto de nacer. También hay que reconocer que tengo debilidad por los ojos de este hombre, fíjate...
(FOTOGRAMA DE LA PELÍCULA CON MICHAEL CAINE DE ABUELO MELENUDO Y PORRERO)
No deja indiferente.
Lo malo puede ser que pierde fuelle al final y que da la impresión de que te faltan datos para entender algunas escenas (¿dónde cojones narices están los actores?, vamos, a mí me desorientó en un momento dado).
Es dura y violenta, pero no todo van a ser historias de rubias perfectas en busca del hombre ideal, ¿no? de vez en cuando em gusta ir al cine a que me pinchen en el estómago con la historia que me cuentan. Y el debate "post-película" con los acompañantes, lo mejor.
Ustedes la disfruten... ahora que aún no estamos en peligro de extinción.
Lo malo puede ser que pierde fuelle al final y que da la impresión de que te faltan datos para entender algunas escenas (¿dónde cojones narices están los actores?, vamos, a mí me desorientó en un momento dado).
Es dura y violenta, pero no todo van a ser historias de rubias perfectas en busca del hombre ideal, ¿no? de vez en cuando em gusta ir al cine a que me pinchen en el estómago con la historia que me cuentan. Y el debate "post-película" con los acompañantes, lo mejor.
Ustedes la disfruten... ahora que aún no estamos en peligro de extinción.