- POST SIN FOTOS POR ESO DE QUE SI PUBLICO ALGUNA DE LAS DE ANOCHE MI REPUTACIÓN SE VA A TOMAR VIENTO FRESQUITO Y TAL (ME HA QUEDADO MUY "FLANDERS" LO DEL FRESQUITO, ME DUELE LA CABEZA Y TODO SE MUEVE A MI ALREDEDOR) -
He estado de baja. Y he estado alejada del blog. También me he concedido un tiempo de reflexión (y refracción) para replantearme qué rumbo quiero darle a este blog, si quiero que sea de tema personal o más alegre y dicharachero que los avatares propios de la vida, y como lo tengo claro, he decidido que seguiré como estaba (y para eso tanto replanteamiento, ojo), lloriqueando y maldiciendo en arameo en el LJ (sólo para "abonados") y con la versión para todos los públicos aquí.
Vuelvo, al trabajo y, como uno de mis quehaceres diarios es leer "el mundo" en su versión digital me entero de que en mi antiguo barrio van a ser de verdad de la buena satánicos y de Carabanchel, lo cual no deja de sorprenderme, porque el anticristo es venezolano y de carabanchelero tiene poco, además de usar una ropa que sí que debe estar inspirada por el mismísimo Satán en su peor día (pero por Dios ese chaleco, por Diosss o por el demoño, da igual en este caso).
Vuelvo al trabajo y me encuentro con que la verdad es que tengo suerte, mis compañeros me regalan cositas para la Wii (viva el frikismo en grupo, convicto y confeso), mi jefa me ha dibujado un cuaderno y todo sigue donde mismo lo dejé. Mis queridos usuarios me comunican alarmados que el equipo les da "sms de error" (que un equipo te mande un sms acojona, como poco, claro, y encima de error, que dará más miedito y todo) y que han perdido un "puerto USB" con documentación confidencial (menos mal que la tarjeta de red no se ha ido a Parla, porque estoy segura de que el puerto USB salió andando por su propio pie y hasta saludó con la manita)
Vuelvo al trabajo y en el trayecto en Renfe un energúmeno lanza una piedra contra el tren entre Torrejón y La Garena haciendo añicos un cristal, con la suerte de que, gracias a la lámina de plástico de estos cristales, no caen con un impacto así, sino que se quedan resquebrajados pero en su sitio, ahí, perennes, sin representar un peligro aparentemente, excepto el sustazo que nos dimos, porque aquello sonó como un tiro. Hay que ser cafre, o estar muy aburrido o tener muy mala leche, o las tres cosas a la vez, proque todos sabemos que un cafre aburrido con mala leche, de los que abundan, es capaz no sólo de tirarle piedras a un tren en marcha o a los vehículos que pasan por una autovía desde un puente elevado, sino de cosas mucho más crueles. Y todo por matar el tiempo. Pero por cascársela entre dos piedras no les da. Pena de criaturas.
Leo que por fin alguien con autoridad (al menos lingüística) ha dicho algo acerca de las barabaridades ortográficas que se cometen en los blogs, y pienso que menos mal que alguien dice algo, que aunque no me vaya la vida en ello, al menos nuestro idioma no se deteriorará tanto y un ritmo tan vertiginoso. Porque las palabras son la forma de lo que pensamos al fin y al cabo y como dijo Ferdinand de Saussure, un hombre sin palabras es un hombre sin ideas. Y si las palabras son correctas, la idea estará más afinada, añado yo.
Celebro la noche del teatro yendo al teatro, pero será este sábado, no anoche, porque anoche me poseyó el espíritu de la Grace pasada y salimos de fiesta, y el agua de los floreros fue el aperitivo porque ya no quedaba más que beber, y eso que yo no bebo, o no bebía, o debería no beber, o lo mismo debería darme al alcohol más a menudo, porque de verdad, qué noche, señores, la mismísima Grace que no perdona ni una, rodeada de cachas de veintipocos, y bailando desmelenada con un grupo de americanas (no de chaquetas de traje, sino de mujeres made in USA venidas de los USA para reunión de la High School del pimpollo) de mi quinta y con el mismo nivel de desmelene y alcoholemia. Válgame. Fue una noche memorable. A ver si el pimpollo espabila y se da cuenta de que si el cuerpo te pide marcha, marcha le tienes que dar y no sólo de sexo (uy perdón) viven el hombre y la mujer que duerme a su lado, sino que relacionarse, salir, hacer el capullo y esas cosas, hasta a veces anima. Y no es la falta de amor la que llena los bares, sino que muchas veces es la falta de cosas que decirse, pero, antes de que eso llegue, mejor que si vivimos juntos sea divertido.
Celebro mi tercer aniversario con el pimpollo, sin grandes eventos pero con ilusión. Y el tiempo corre que vuela, y las pesadillas se quedan en el fondo de la memoria para ir siendo olvidadas.
Y, tal vez, sólo tal vez, un día de estos os contaré todo lo que se me ha pasado por la cabeza en en los días en los que he estado de baja, desde los recuerdos de la juventud más cándida hasta la anarquía de sentirse como un crío haciendo novillos de clase... en fin... que me ha venido la baja muy requetebien, y eso que el dolor físico ha sido intenso tirando a para chillar y no acabar. Pero 11 días a tu puñetera bola, sin televisión, jefe, pareja, radio, ruido, ni interferencias de ningún tipo son el mismísimo paraíso terrenal. Y hasta el dolor se olvida. La libertad es algo parecido a eso, seguro.