- FOTO PREVIAMENTE "ANONIMATIZADA" DE MI MISMA (LA RUBIA DE BOTE) Y EL SEÑOR PIMPOLLO DE FONDO, HACIENDO EL IDIOTA UN DÍA FRENTE A LA WEBCAM -
RENOVARSE
Las lágrimas son las de siempre, las reconozco por el sabor, es el sabor salado de siempre. Y no, digo, hoy no quiero ir de "intensa" ni de "pobrecita yo qué buena que soy y qué mala suerte tengo"; primero, porque eso es una gilipollez enorme y, segundo, porque la gente que va de ese palo me espeluzna sobremanera. Además. para quejas y lloriqueos diversos ("dramaqueeneos" para los de Burgos) tengo el LJ.
Lloro por saturación. Sí, ¿qué pasa?. Tengo derecho. Y me da la gana.
Por exceso de trabajo, exceso de falta de sueño, exceso de cansancio, falta de momentos y lugares para hablar contigo e, incluso, para hablar algo conmigo. Que no recuerdo ni el sonido interior de mi voz.
Y a lo mejor ha sido por eso que aprovechando que hoy es domingo y que el Pisuerga pasa por Valladolid, nos ha dado por montar el pollo y echarnos en cara cosas absurdas que ni siquiera se mantenían y que no son más que los efectos del poco tiempo que tenemos para hablar.
No, no es aquello de "tenemos que hablar" que suena a rayos y que es el trueno que precede la tormenta. No, es el "llevamos una vida demasiado hipotecada (y nunca mejor dicho) por los deberes y las obligaciones y nunca tenemos un minuto para lo que es importante".
Porque para mí es importante que Maca ha tenido un nuevo sobrino, o que el señor Extra quiere echar una de Wii en mi casa, o que Fran siempre me llama y no oigo el móvil sonar y pasan dos días y no le he devuelto la llamada, o que tú me miras y entonces el telediario empieza y ya no veo la misma mirada en tus ojos y la cena se acaba, y el día se acaba y otro día más se acabará y no te habré preguntado por qué me mirabas así.
Y pienso (y siento) que esta es la opción, renovarse, pensar que mañama lo haré mejor y tendré una oportunidad de hablar, de preguntar, de decir y de escuchar... y que todo eso no morirá entre la lista de cosas por hacer (como en "Todo está iluminado", tengo que... tengo que...)
MORIR
Moriría ahora mismo y sin dudarlo si tirara por la borda cualquier beso, cualquier palabra, sólo porque hoy el mundo ha estallado y el agotamiento ha hablado en nombre de los dos. Moriría si no viera en cada obstáculo una oportunidad de aprendizaje o un reto, si no entendiese que cada crisis conlleva un crecimiento, ya sea en equipo o en individual femenino.
Moriría si permitiese que las mismas historias se repitan hasta la saciedad y me dejen, como siempre, helada, en pelota y mojada bajo una lluvia que ni siquiera es la mía.
Moriría si no entendiese que el cansancio es sólo cansancio, que una discusión de domingo por la tarde es sólo una discusión y que el mundo no se acaba ni tu me quieres menos ni te devuelvo las llaves de la moto ni me quedo con todo lo demás.
Nuestra vida es cojonuda con su pequeños defectillos.
Ya tuve una vida horrible, y creo que sé distinguirlo.
MORIRÍA SI NO LUCHASE CADA DÍA POR LAS COSAS QUE QUIERO EN ESTE MUNDO Y TAMBIÉN POR LAS QUE QUEREMOS.